Combustibles fosibles

Son combustibles fósiles el carbón, el petróleo y el gas natural. Provienen de restos de seres vivos enterrados hace millones de años, que bajo condiciones adecuadas de presión y temperatura se convirtieron en sustancias dotadas de propiedades energéticas.

El combustible fósil puede utilizarse directamente, quemándolo en hornos, estufas, calderas y motores, para obtener calor y movimiento. También puede usarse para producir electricidad en centrales térmicas o termoeléctricas. En ellas, mediante el calor generado al quemar estos combustibles se obtiene vapor de agua, que, conducido a presión, es capaz de poner en funcionamiento un generador eléctrico, normalmente una turbina.

Ventajas

  • Facilidad de extracción (casi todos).
  • Gran disponibilidad temporal.
  • Vasta continuidad cronológica.
  • Comparativamente baratos.

Desventajas

  • Emisión de gases contaminantes en la atmósfera que resultan tóxicos para la vida.
  • Posibilidad de terminación de reservas en los plazos corto y mediano.
  • Disminución de disponibilidad de materias primas aptas para fabricar productos, en vez de ser quemadas.